Me aburro.
Me
aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me
aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas
las maneras
lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi cara mi gran
aburrimiento.
Innegable, señor.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted
aburrido.
Dígame, ¿adónde va tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias
con ese aburrimiento?
No es posible, señor; que vaya a las iglesias
con
ese aburrimiento.
¿Que a los museos –dice—siendo tan aburrido?
¿Que a los museos –dice—siendo tan aburrido?
¡Qué aire de aburrimiento!
Lo aburrido que
estoy.
Y sin embargo… ¡Oooh!
He pisado una caca…
Acabo de pisar
--¡Santo Dios!—una caca…
Dicen que trae suerte el pisar una caca…
Que trae
mucha suerte el pisar una caca…
¿Suerte, señores, suerte?
¿La suerte… la…
la suerte?
Estoy pegado al suelo.
No puedo caminar.
Ahora sí que ya
nunca volveré a caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más que nunca me
aburro.
Muero de aburrimiento.
No hablo más…
Me mori
Rafael Alberti
Es
indisimulable.
¿Quién no siente en mi
andar lo aburrido que estoy?
No hay comentarios:
Publicar un comentario